
Modelos de acumulación de horas frío. Un análisis descriptivo y comparativo.
El frío invernal constituye uno de los factores agroclimáticos más determinantes para el cultivo exitoso de especies frutales de clima templado. Su acumulación adecuada durante el período de dormancia es esencial para garantizar procesos fisiológicos clave como la brotación uniforme, la floración sincronizada y, en última instancia, la obtención de rendimientos óptimos. Sin embargo, en las últimas décadas, la creciente variabilidad climática y el aumento de temperaturas invernales han convertido la cuantificación precisa de este requerimiento en un desafío técnico de primer orden para la fruticultura moderna.
Históricamente, la estimación del frío invernal se basó en modelos empíricos relativamente simples, como el conteo de horas por debajo de 7.2°C. No obstante, estos enfoques tradicionales han demostrado ser insuficientes para capturar la complejidad de los procesos bioquímicos involucrados en la ruptura de dormancia, particularmente en regiones con inviernos cálidos o con fluctuaciones térmicas pronunciadas. Esta limitación ha impulsado el desarrollo de modelos más sofisticados que incorporan principios fisicoquímicos y responden mejor a las condiciones climáticas actuales.
En este contexto, el presente documento ofrece un análisis exhaustivo de los principales métodos para evaluar la acumulación de frío invernal, desde los modelos clásicos hasta los enfoques dinámicos más recientes. Se examinan críticamente sus fundamentos teóricos, algoritmos de cálculo, rangos de aplicación y precisiones comparativas, con especial énfasis en su desempeño bajo diferentes condiciones agroclimáticas.
Tabla comparativa de modelos.
Modelo | Clima ideal | ventajas | limitaciones |
HF<7.2°C | Frio estable | Simpleza | Poco preciso en climas calidos |
Utah (UF) | Templado | Ponderacion Termica | Sensible a fluctuaciones |
Dinámico (PF) | Calido | Alta precision en condiciones adversas | Complejidad de calculo |
La selección del modelo debe basarse en el clima local y la especie cultivada. Mientras los métodos tradicionales (HF) son útiles en regiones frías, el modelo dinámico (PF) ofrece mayor robustez en contextos de cambio climático. Integrar estos conocimientos permite optimizar decisiones agronómicas, desde la elección varietal hasta el manejo de inductores de brotación.
